— No tienes que hacerlo si no lo deseas. Dijo él en voz baja. — No, no es eso… Es que si lo hago… Divago un poco antes de que me interrumpa. — ¿Qué? ¿Temes enamorarte? — No, a extrañarte
— No tienes que hacerlo si no lo deseas. Dijo él en voz baja. — No, no es eso… Es que si lo hago… Divago un poco antes de que me interrumpa. — ¿Qué? ¿Temes enamorarte? — No, a extrañarte
