El karma es hermoso, pero más hermoso es poder contemplar con tus propios ojos cuando a esa perra se le rompió el corazón, así tal cual como un día rompió el tuyo.
El karma es hermoso, pero más hermoso es poder contemplar con tus propios ojos cuando a esa perra se le rompió el corazón, así tal cual como un día rompió el tuyo.
El karma es hermoso, pero más hermoso es poder contemplar con tus propios ojos cuando a esa perra se le rompió el corazón, así tal cual como un día rompió el tuyo.